Capítulo 3870: Llorando
Traductor: Traducciones de Misty Cloud| Editor: Traducciones de Misty Cloud
«Sí.» Fan Lin respondió y se giró para irse primero.
Lo siguiente que debe comer la Maestra es lo que puede comer durante el mes, menos mal que dejan que la gente prepare vino temprano, bueno, primero dejen que la gente use el vino para guisar un pollo espirituoso para que la Maestra reponga su cuerpo primero.
Esta noche, debido a que Feng Jiu dio a luz a un par de bebés dragón y fénix, todas las personas en la mansión estaban emocionadas y alegres, aunque era tarde en la noche, ninguno de ellos tenía sueño. Los dos niños fueron enviados de regreso a sus habitaciones a descansar, mientras el Maestro también descansaba, no se atrevieron a molestar, por lo que todos fueron al patio delantero a beber y celebrar.
En el patio principal, Xuanyuan MO Ze estaba sentado junto a la cama, acompañando a Feng Jiu en la cama. No se fue a descansar, simplemente se sentó en la silla de ruedas y la miró durmiendo en la cama.
Estaba agotada, su rostro estaba todo pálido y cansado. Pero afortunadamente, tanto la madre como los niños estaban sanos y salvos.
A la mañana siguiente
Feng Jiu se despertó con los llantos del bebé, cuando se despertó, vio a Xuanyuan MO Ze sentado en el borde de la cama cuidándola, mientras el niño lloraba en la pequeña habitación afuera.
«¿Despierto? ¿Tienes hambre? Haré que alguien te prepare algo de comida”. Dijo Xuanyuan MO Ze, y estaba a punto de llamar a alguien cuando escuchó sus palabras.
“¿Por qué no estás dormido? ¿Qué les pasa a los niños? ¿Por qué lloran? Preguntó Feng Jiu, queriendo levantarse, este movimiento, tirando de la herida debajo de su cuerpo, no pudo evitar silbar, con el ceño ligeramente arrugado.
«No te muevas, solo acuéstate». Xuanyuan MO Ze la presionó apresuradamente, la dejó acostarse y no se moviera y dijo: «El niño está bien, tal vez tenga hambre y llore, Qin Xin, los están cuidando».
Al escuchar esto, el corazón de Feng Jiu se sintió un poco aliviado y dijo: “¡Dejaste que Qin Xin y los demás llevaran a los niños! Yo les daré de comer”.
«Pero tu cuerpo actual…»
Xuanyuan MO Ze estaba un poco preocupado. Incluso antes de que nacieran los niños, Feng Jiu insistió en alimentarlos ella misma después de dar a luz, por lo que no contrataron a una nodriza y simplemente criaron dos cabras lecheras en la parte trasera de la montaña. Afortunadamente, los niños se han portado muy bien desde el principio. Después de que nacieron, solo lloraron unas pocas veces y se portaron muy bien y estuvieron dormidos hasta ahora, cuando se despertaron y comenzaron a quejarse.
Sólo que estaba un poco preocupado por su cuerpo, ¿podría alimentar a dos niños estando tan débil? ¿Su cuerpo no podría soportarlo?
Feng Jiu sonrió levemente, «Mi cuerpo se está recuperando, no estoy tan débil como crees, ¡que carguen a los niños!»
Al ver esto, Xuanyuan MO Ze tuvo que pedirle a Qin Xin y Bai Qingcheng que llevaran al niño.
«Maestro, Señor del Infierno». Los dos llevaron al niño hacia adelante y doblaron las rodillas hacia ellos.
“Oooh waaa… oooh waaa…”, resonaron los gritos estridentes de los dos pequeños.
“Llévalos rápidamente y déjame echar un vistazo”. Dijo Feng Jiu, apoyando sus manos en la cama tratando de sentarse.
Al ver esto, Xuanyuan MO Ze rápidamente la ayudó a sentarse y le dijo: «Ten cuidado». También, pensativamente, tomó una almohada y se la metió en la cintura trasera, para que pudiera inclinarse más cómodamente.
Feng Jiu se hizo cargo de los dos niños y los sostuvo en sus brazos, mirando a los dos niños llorando, no pudo evitar persuadir suavemente con el corazón roto: «Buena niña, no llores, mi madre está aquí».
Qin Xin y Bai Qingcheng se retiraron, dejando solo a Xuanyuan MO Ze en la habitación para acompañarlos.
Leng Shuang, por otro lado, estaba vigilando la puerta, y cuando vio a los dos salir, miró hacia ellos.
«El Maestro se ha despertado, iré a la cocina a traer algo de comida». Qin Xin dijo con una sonrisa y salió.
«¡Iré a ayudar!» Bai Qingcheng también dijo y siguió.
En la habitación, Feng Jiu persuadió suave y gentilmente a los dos niños, tal vez escuchando su voz u oliendo el aroma familiar en su cuerpo, los dos niños dejaron de llorar, parpadearon con sus grandes ojos brillantes para mirarla, y al momento siguiente. , fruncieron sus pequeños labios y volvieron a llorar con un sonoro ‘Waaaaaa’..
